Saturday, November 04, 2006

Uno de esos días

Me di cuenta de que es tiempo de actualizar este espacio, y como necesito de experiencias limites para hacerlo, creo que es momento de que relate lo que me ocurrió ayer...
Salía tranquilamente de mi casa para el asado que un amigo ofreció en su casa, cuando de pronto sentí ese mal presentimiento típico de que algo malo iba a pasar, pero como no soy un hombre muy perceptivo dije que seguramente no tenia importancia y continue mi camino (bastante largo por cierto), asi pues, toma una mal llamada "micro" que me acercara, no tuve problemas hasta que me intente bajar del susodicho trasporte (ahora viene el por que de la foto), resulta que la micro paró en un hoyo del pavimento, yo no me di cuenta y sin querer lo pisé, eso no sería problemas para mi equilibrio felino y mis reflejos electricos el problema empieza cuando el micrero
, viendo que estaba medio abajo, comienza a andar con uno de mis pies arriba; resultado: vi el pavimento de cerca y el pie que estaba en el hoyo ahora es poseedor de una bella y nada envidiable TORCEDURA.
Como podrán deducir, despues de eso no pude ir al asado y tuve que devolverme a mi casa cojeando, con un pie adolorido y con un genio de los mil demonios, como guinda de torta les cuanto que era horario "pico" de la locomoción, asi que tuve que esperar como 40 minutos antes de tomar algo para devolverme.
Todo esto causó que mi ácido "humor" saliera a flote y despues de unos 10 minutos nadie en mi casa quería estar cerca mio. En resumen, fue unos de esos memorables días que quieres olvidar pero un persistente dolor (literálmente) no te permite hacerlo.
Ya pasado un día y con el pie hinchado, morado y en alto, me dí cuenta de por que mi mal humor, aparte de lo obvio, fue por el estar ahí tirado en la cama sin ningun cariñito para consolar... se que suena cursi, pero que quieren, si ayer fué un día hormonal en todo sentido.

Cojeosamente .....Reevers